fondo paris

bouzigues

Desde que Beatriz se enteró que existía un pueblo con su apellido dijo que alguna vez quería conocerlo. Llegamos en auto desde Montpellier a donde habíamos viajado en tren desde Barcelona, fue entretenido el viaje porque el Citroen tenía más tecnología de la que sabíamos utilizar...

Cuando llegamos nos encontramos con un pueblo muy lindo y pintoresco con una de los principales criaderos de ostras de Europa, lo que ha permitido que crezca el turismo de personas que llegan hasta ahí para comer esos frutos del mar que, obviamente, probamos la primera noche aunque Maxi terminó pidiendo un bife...

Al hotel A la Voile Blanche llegamos en el auto que habíamos alquilado en Montpellier donde nos bajamos del tren que nos traía desde Barcelona. Además de alojamiento funciona uno de los mejores restaurantes de la ciudad y la ubicación, frente al Etang de Thau, es excelente.